Al despertar comencé a ver todo blanco sin saber que había ocurrido, me dije que fue un accidente y cerrando los ojos recordé la gran curva que me mato, me vi ante ellas mil veces y nunca había pasado nada, pero ese día fue distinto en el sin cesar de mis latidos supe que su sonrisa no decía un nuevamente.
Autor: Monserrat De Terán
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