Allí, como en un rincón aislado de toda civilización, como una taza de té y aroma a pan tostado, una manta, una película repetida, yacíamos en nuestro pequeño hogar. Ese que hemos creado en medio de tu vida y la mía. Imaginando como adolescentes enamorados una eternidad juntos, susurrando fulgurosas promesas que ya conocemos de memoria, pero nunca cedemos de pronunciar. Queriéndonos hasta que explote la burbuja.
Autor: Nadsat
No hay comentarios:
Publicar un comentario