Dio sus primeros pasos mientras su padre lo esperaba al final del camino para
acogerlo con emoción. Fue a la escuela, era distinto de los otros niños, más
inteligente, los otros niños a él no le importaban, pero la presión de su familia era
como una bala atravesando su sien exigiendo más académicamente, pero eso no
era nada. Entro en Oxford a estudiar lo que no quería, pero se graduó fugazmente
y se fue a España, pero no era feliz. Ahora sólo recuerda la depresión, la pequeña
oficina, las noches solo con un cigarro y una lagrima, pasaron los años y lo último
que vio fue la bala atravesando su sien, su fin, simplemente no era feliz.
Autor: Virginia Inés Luna Rojas
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