domingo, 28 de septiembre de 2014

La vida perdida

Dio sus primeros pasos mientras su padre lo esperaba al final del camino para 
acogerlo con emoción. Fue a la escuela, era distinto de los otros niños, más 
inteligente, los otros niños a él no le importaban, pero la presión de su familia era 
como una bala atravesando su sien exigiendo más académicamente, pero eso no 
era nada. Entro en Oxford a estudiar lo que no quería, pero se graduó fugazmente 
y se fue a España, pero no era feliz. Ahora sólo recuerda la depresión, la pequeña 
oficina, las noches solo con un cigarro y una lagrima, pasaron los años y lo último 
que vio fue la bala atravesando su sien, su fin, simplemente no era feliz.

Autor: Virginia Inés Luna Rojas

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